Olor a otoño mi primera tarde en Buenos Aires,
cuál bienvenida la brisa juega con mis cabellos.
sus tiernas manos suavemente acarician mi cara,
respirando el nuevo aire de la hermosa Ciudad.
Suelo verla vestida de tules entre celeste y blanco,
con la cordialidad ya conocida, en sutil susurro
me transmite que hace tiempo, por mí aguardaba.
Mis primeros pasos por la calle Sarmiento al 1900,
irrumpe mi silencio la voz de un par de adolescentes,
se cruzan nuestras miradas y sonrío al amable saludo,
sintiéndome en casa, junto a ellos me siento al borde
de la grada de la tienda que en Domingo está cerrada.
Haciéndome partícipe de sus vivencias, y como si el
tiempo se detuviera hacemos nuestros los momentos.
A su alrededor algo de sus pertenencias, un perro
de raza pequeña dormido y envuelto en una prenda
de lana, que en su escasez extrema deciden cuidar.
Tres seres que unidos se protegen en la inmensidad
de la adversidad, cuando por la tarde se ausentaron
las monedas, ni un gracias a la actitud de facilitarles
la salida de los carros aparcados.
Casi oscurece y debo despedirme, llevo conmigo parte
de la tristeza de Carolina, la nostalgia de regresar un día
a sus raíces, la esperanza de Bruno que mañana todo pasará,
que el sol de nuevo volverá a brillar.
Activo mi rumbo y mi mochila de penas pesa mucho más.
Las historias en el mundo se repiten, abriéndome una nueva
brecha en el corazón.
Cuando pienso que son el vivo retrato de la infelicidad, el
resultado total de hogares destruidos, cuando en abandono
como único techo tienen al mismísimo cielo y nuestro Dios
para cuidarlos.
Soledad Del Sol
jueves, 30 de abril de 2009
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Cuando recuerdo este episodio pienso que la herida quedó en mi corazón. Cuántas Carolinas y Brunos viven en la calle, en el mundo. Triste realidad que lascera el alma.
ResponderEliminarQuedan grabados sus rostros y espero hayan llegado mis palabras y hecho nido en sus corazones. Ruego a Dios por que sigan mis consejos y el aliento se haya posado como quise que fuera.
Soledad, me sorprendiste. Tu visita a Buenos Aires, encontró rostros de dolor, como en todo el mundo, pero que en nuestra Latinoamérica nos toca de cerca y nos deja sin palabras.
ResponderEliminarFue hermoso conocerte. Sos muy dulce, aún recuerdo en la presentación la alegría que te rodeaba, el abrazo a Dany, el encuentro con los amigos.
Tus idas y vueltas al hotel buscando regalitos.
En la cena tu charla, tus experiencias, la travesía, la sonrisa.
Dice la sabiduría: "No te dejes abatir por la despedida. Es indispensable como preparación del reencuentro." Y así será.
Te llevaste un libro con las firmas de los que te queremos.
Y más libros Poemas en red.
Y una libreta para escribir más.
Y todo nuestro cariño.
Diana.
Sole, es un placer leerte y mas ahora que he visto el rostro de tan bellos vuelos en la poesía, Fue, es y seguirá siendo un placer haberte conocido y compartir esas horas . Lástima que tengamos que llevarnos siempre algún recuerdo de esos no???, Besos dulces amiga. Sergio
ResponderEliminarun abrazo
ResponderEliminarlinda amiga poeta
normy
hola solecito linda amiga.
ResponderEliminarsabes que alegria me ha dado poder darte un abrazo despues de tantos años de amistad?????
uno ahora en la distancia pero se que ese viento en que se enreda el vagabundo de los sueños te lo hara sentir.
Soledad! Estaba esperando tu poema! Sólo un alma caritativa como la tuya puede reflejar así lo que se siente ante estas cosas.
ResponderEliminarMe alegro que hayas llegado bien a tu hermoso país. Luego me cuentas qué fue lo que más te gustó!
Un abrazo fuerte.
Juansinmiedo.
Di querida, cuántas cosas desde la salida del aeropuerto donde me esperaba Eduardo, el nuevo amigo, gentil y hermoso que me llevó al hotel, breve tiempo con él pero fue como si nos hubiéramos conocido de siempre.
ResponderEliminarComo llegué domingo, estaba sola, así que salí a buscar algo de comer, en eso conocí a la pareja, de los cuales hablo en mi escrito, fue trsite y a la vez me encantó por que me dio la oportunidad de hacer algo, los recuerdo siempre.
La gran noche de alegría, satisfacción profunda, conocer a tu familia, tus hermosos niños, los amigos, realmente hermoso.
La cena con algunos de ellos, hablar y hablar de todo, nos faltó tiempo si?
Y mis idas por todo lado, buscando los libros, creo que aplané la avenida Corrientes, y ya sabes que viví escapando, jajaja, me muero de la risa cuando recuerdo.
Y me quedan los recuerdos, los libros con las dirmas, sus sonrisas y su atención, una belleza. Muchas gracias, nunca olvidaré.
Un beso.
Si mi amigo Guille, se nos dio el gran abrazo después de soñarlo no?
ResponderEliminarFue muy bello, gracias gran amigo.
Recuerdo haberte comentado en la cena ese espisodio que se me quedó en el alma, si?
ResponderEliminarTodo me gustó de Buenos Aires, volví de muchos años y siempre es bello pisar sus calles.
Que no me gusto? jajaja, vivir huyendo y corriendo, jajajaja.
Gracias mi querido Miguel, un abrazo enorme.
Normy amiga, una alegría conocerte, mil besos para ti y mis recuerdos.
ResponderEliminarQuerido Sergio, claro que es triste pero pàsa en todos lados, lo bueno es tener la oportunidad de hacer algo por alguien, por lo menos escucharlos.
ResponderEliminarHermoso fue también para mi hermoso, tu familia y abrazarnos si?
otro más para ti desde lejos.